Un cruceiro es una escultura religiosa hecha en piedra,
principalmente granito, que está formado por una cruz en su parte superior
asentada sobre un pilar. Normalmente se ubican en cruces de caminos, en las
proximidades de ermitas, iglesias, cementerios u otros lugares que tengan que
ver con el culto religioso. En su parte más importante, la cruz, es habitual
encontrar la figura de Jesucristo Crucificado. En la otra cara está presente
una Virgen o un Santo, de forma habitual.
Las principales funciones que la Iglesia otorgó a los
cruceiros:
Santificadora de
caminos, encrucijadas, plazas y vereas. Dicho de otra forma, hacer presente
el cristianismo en las rutas.
Protectora frente
a influjos siniestros y hechizos.
Conductora de
peregrinos. Guía hacia Santiago de Compostela e indicando los caminos más
importantes a través de la orientación del Cristo crucificado.
Reconfortadora y de
descanso para los caminantes: su plataforma sirve para descansar.
Anticipativo-anunciadora
de la proximidad de santuarios, sepulturas, muertes por accidente y de los
límites jurisdiccionales: un lugar de culto religioso está siempre cerca de
ellos.
Conmemorativa de
acontecimientos históricos y legendarios: algunos marcados en el pedestal.